11/15/2007

OVERBOOKING

Es la palabra que me viene a la cabeza mientras escribo estas lineas. Es increíble comprobar como te da igual robar tiempo a la cama con tal de hacer lo que te gusta, lo que necesitas o anhelas.
Te da igual acostarte a las dos de la mañana, con los ojos rojos por mirar una pantalla de ordenador y sabiendo que a las cinco horas tocará el despertador.
Pero es las horas en las que mi cerebro funciona, soy gaupasero de vocación y eso creo que ya nada podrá cambiarlo.
Hay gente que asegura que cuando mejor trabaja el cerebro humano es a la mañana. Pues ese no es mi caso.
Yo a las mañanas vuelvo atrás unos cuantos peldaños en la teoría de la evolución del buen amigo Darwin. Mi cerebro apenas tiene ideas, tan solo instintos básicos para la supervivencia de lo monótono.
Oír el despertador es sinónimo de alarma, un momento crítico en el que deseo amotinarme y seguro de mis creencias, levantar un fuerte debajo de mi nórdico y no ir a trabajar.
Lastima que sea tan mal guerrero.
Entre bostezos y escalofríos gracias al adorable otoño, me levanto, me meto debajo de la ducha e
intento no ponerme los pantalones por la cabeza. A veces eso es todo una aventura que incluso tendrá en el futuro una entrada en este blog.
Luego la monotonía, el frío de la calle y las ganas de un café con leche a media mañana.
Lo dicho puro instinto de supervivencia.
Pero entonces llega la noche, temprana, a media tarde. Es entonces cuando mis pocas neuronas, animales nocturnos por naturaleza comienzan a funcionar. Comienza el batallón de ideas, absurdas o geniales, eso da igual. Una tromba deflashes mezclados y caóticas que necesitan ser escritas.
Entonces nace la ansiedad, las ganas de vender un riñón por tener un ordenador cerca, un cacho de papel o cualquier cosa en la que poder escribir. Ideas sobre un guión de una película, un cortometraje u otras manualidades de las que no puedo hablar, mas que nada para no dar pistas sobre futuros regalos (¡A que jode bitxi!).
Cuando eso ocurre, aun queda una hora para llegar y sabes perfectamente que tu cerebro no va a poner contener todo aquello. Así que escribo en una pequeña libreta, tan caóticamente
como lo que pienso, en ese momento da igual. Es luego cuando pasa factura y descubres que no entiendes la mitad, que la otra mitad se te a olvidado y tan solo algunas pinceladas quedan visibles.
Es deprimente, aunque satisfactorio a la vez. Una especie de masoquismo basado en el premio y el castigo.
Una balanza que oscila entre la satisfacción y la mas profunda de las
depresiones....menos mal que esta semana a tocado satisfacción.
Ver en imágenes un guión sacado de tu cabeza no tiene precio pero verlo en una pantalla de cine......¡TIENE QUE SER LA POLLA!
Os lo contaré dentro de 15 días.

3 Comentarios:

Txino dijo...

Algunos lo llaman insomnio, yo, simplemente, genialidad...

Alazne dijo...

Primero de todo: tengo las neuronas congeladas... (en Laponia hace frío... pero yo me río).
Pues va a ser que llevamos ritmos cambiados... bueno, creo que de eso ya te diste cuenta en vacaciones... jajaja, pero a mi no me importa en absoluto! Unos roncan por la noche... otros se ponen a escribir (que, por supuesto, es mucho más silencioso)
Qué simpático!!!!!!!! (tono irónico, por si no ha quedado suficientemente claro)... dame pistaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...
Aunque bueno, no voy a gastar saliva, mejor dicho, no voy a gastar tecla, porque sé que no voy a poder sacarte ná de ná...
Pues nada, que a parte de por el frío, mis neuronas a estas horas de la noche se aceporran...
Seguiremos informando...

Alazne dijo...

Ah! que se me olvidaba... pero si decías que no te hacía mucha gracia ver el corto en pantalla grande... me vas a volver locaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! jojojojojo!

PD: sigue dando rienda suelta a tus ideas bitxi!!!!! no pares! sigue, sigue! no pares! jijijijiji


SOLAMENTE UNA PIEZA...