El odio es un niño mimado que no sabe viajar solo, suena raro pero es cierto.
Odiamos siempre por un motivo, por celos, por envidia o simplemente porque la piel de un tio es distinta a la nuestra, hasta ese odio estúpido esta condicionado.
Yo siempre pensé que el odio siempre es proporcional al amor, es decir, si quieres mucho a alguien seguro que hay otra a la que odias con locura. O bien tal vez a la persona que odies hoy, mañana quieras o como pasa en general, viceversa.
Tu cuerpo no es tonto y te avisa con señales del estilo “malas vibraciones” cuando sabe que estas destinado a odiar a esa persona, aun no sabes el motivo, pero algo dentro de ti te obligará a odiarla.
Es realmente raro porque también existe lo contrario, es decir, personas a las que jamás podrás odiar. Personas que aun haciendo lo que hagan o pensando que hacen lo peor del mundo, no podrás dar la espalda.
Tal vez ese es la extraña paradoja con la que esta paranoia y no es otra cosa que la frase.
“A TODOS LOS QUE ME QUIERES……OS ODIO CON CARIÑO”
Renaciendo
Hace 9 años
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