Siempre me ha gustado el nombre de esa película, tiene algo especial o por lo menos siempre me lo ha parecido a mí.
En cierta forma todo se resume en eso, una atracción, una mentira y una película de una vida. Todos contentos y felices viviendo como creemos que nos apetece vivir o a veces, como los demás nos hacen vernos que es lo mejor vivir nuestra vida. Cambiamos, modificamos nuestra conducta y sin darnos cuenta terminamos creyéndonos nuestra propia mentira, esa en la que nos encontramos tan cómodos que decidimos amaestrar nuestra personalidad.
Somos así mentiras, sentimientos y visceralidad.
Es esa mezcla la que nos confunde hasta el punto que a veces nos acoplamos a la situación sin darnos cuenta que lo que piensa nuestra cabeza a veces es muy diferente a lo que sentimos con el resto del cuerpo.
Tal vez ahí se esconda el secreto de la promiscuidad.
Por eso cuando paramos en el camino y volvemos a encontrar el camino que perdemos con tantas elecciones, hay gente a nuestro alrededor que se sienten traicionadas cuando vuelves a ser como realmente quieres ser.
Es el momento que sientes que no tienes tanta saliva para lamer heridas ajenas.
Entonces decides dejar de portarte como un buen chico, dejar de intentar caer bien a alguien que no te interesa caerle bien y sobre todo recordar a las contadas personas que les debes tu lealtad.
Vale, esta bien que a veces puede causarte problemas pero si te pones a pensar con frialdad, siempre llegareis a la misma conclusión. Por muchas ostias que recibas por ser como eres, en el fondo, es así como eres mas feliz, mas honesto y sobre todo mas tú.
0 Comentarios:
Publicar un comentario