A veces incluso las marmotas hacen cosas a última hora y terminan en una Blanca con final muuuuuuu negro.
Es lo que tiene coger un autobús destino a Mordor, lugar donde el cielo puede caerse encima de las cabezas en cualquier momento. Pero daba igual la lluvia, daba igual el frío o que el caos de una ciudad en fiestas le golpease según llegaron a su destino, porque aquello era diferente y como tal una nueva forma de ver una fiesta de verano con tiempo de invierno.
Así entre trago y trago de naranja con alegría la noche paso dando paso al día y cuando el sol avisó que ya era de día se dio cuenta que este iba a ser un domingo de resaca muy muy duro...
Renaciendo
Hace 9 años
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