5/20/2008

SORDO DE MÚSICA

Hay gente que me asegura que algún día me quedaré sordo oyendo la música tan alta como la oigo, pero la verdad es que sin ella me volvería loco.
Tal vez sea por haber crecido en un pueblo y haber disfrutado la calma que te da , me provoque ese odio a la ciudad.
Odio sus coches, sus ruidos, su gente andando de un lado para otro como hormigas. Gente que a veces va tan acelerada que te arrolla o tan lenta que tienes que sortearlos.
Jamás vas al ritmo adecuado, siempre descompasado de la música que solo ellos deben oir y tu sin embargo calificas de ruido.
Los claxones, frenazos y demás lindezas que te regala la ciudad son el mayor castigo que te puede regalar cualquier gran ciudad.
Me agobio, me siento realmente mal, como si a cada instante que paso sobre sus calles me estuviese contagiando del virus del desprecio o desinteres que portan cada uno de sus habitantes.
Por eso me enfundo mis cascos, intentando tapar todos los ruidos ajenos a mi música. Entonces todo cambia, comienzo a oir mi ritmo, acompasado y personal, comienzo a sortear a la gente, a zafarme de los empujones a intentar olvidar cuanta porquería me rodea.
Porque ya no importa donde esté, sino con lo que viajo, con alguna buena canción en forma de vacuna a tanto agobio diario.

1 Comentarios:

Txino dijo...

Para ir acompañado de una buena canción tampoco te hacen falta los cascos, ni el reproductor MP3...
PD: Necesitas vacaciones


SOLAMENTE UNA PIEZA...