Hoy andando por Begoña me ha pasado algo realmente flipante y para no variar un niño estaba presente. En este caso era una niña que hablaba con ilusión a lo que a mí me ha parecido una planta, cual ha sido mi sorpresa cuando al acercarme que con lo que hablaba era un caracol.
La verdad es que me ha sorprendido verla contarle que iba a ir al parque y lo bien que se lo iba a pasar ahora que había dejado de llover. Tan bien como el que seguro había salido para dar una vuelta.
Al mirar a la madre nos hemos cruzado esa mirada de complicidad, demostrándome con una sonrisa que no era la primera que había tenido que esperar por las tertulias de su hija.
Pero lo que me ha marcado es ver a la niña que volvía hacia su madre. En ese instante como si se le olvidara algo ha vuelto atrás y mirando al caracol le ha dicho.
" Que se me ha olvidado decirte agur señor caracol y no salgas a la calle que seguro que alguna persona te pisa"
La verdad es que viendo a esa niña y la educación que ha demostrado con un simple caracol, me ha dado cuenta de lo analfabetos que somos los adultos y lo mucho que aun nos pueden enseñar los niños.
Renaciendo
Hace 9 años
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