Pues si, un año mas la recta final de las fiestas arrancaron en Elorrio. Septiembre volvió a comenzar con una borraxera y continuó con una resaca, para no perder las tradiciones.
Este año tocó llevarme a otra parte de los innombrables, aquellos que aún no habían estado en ese maravilloso pueblo y que no tiene ninguna culpa por haberlos acogido.
Siendo sincero fueron dos días divertidos donde el buen rollo y los cubatas brindaban a partes iguales. Donde alguien descubrió que el 43 se te chube a la cabeza muy rápido (¿Verdad bitxi?) Donde salir conjuntados divinos de la muerte y todavía tener huevos a sacarte una foto delante de una caja Madrid no tiene precio o que alguien que supuestamente debería estar ocupando una cama en la habitación de al lado, se encontrarse a mas de 50 km calentando otra totalmente distinta y bien acompañado.
En fin, fue un poquito desastre, pero eso siempre ha sido así desde que empezamos con esta tradición, por lo que fueron unas buenas horas bailando música setentera y descargando la tensión del síndrome post vacacional.
Este año tocó llevarme a otra parte de los innombrables, aquellos que aún no habían estado en ese maravilloso pueblo y que no tiene ninguna culpa por haberlos acogido.
Siendo sincero fueron dos días divertidos donde el buen rollo y los cubatas brindaban a partes iguales. Donde alguien descubrió que el 43 se te chube a la cabeza muy rápido (¿Verdad bitxi?) Donde salir conjuntados divinos de la muerte y todavía tener huevos a sacarte una foto delante de una caja Madrid no tiene precio o que alguien que supuestamente debería estar ocupando una cama en la habitación de al lado, se encontrarse a mas de 50 km calentando otra totalmente distinta y bien acompañado.
En fin, fue un poquito desastre, pero eso siempre ha sido así desde que empezamos con esta tradición, por lo que fueron unas buenas horas bailando música setentera y descargando la tensión del síndrome post vacacional.
0 Comentarios:
Publicar un comentario