Es cierto que tenía este espacio demasiado abandonado pero la necesidad
hace que me vea obligado a escribir algo. Tal vez sea una simple opinión, sin
embargo cada vez entiendo menos a este mundo loco. Esa necesidad de sacar
rentabilidad del odio en la que nos han obligado a vivir constantemente, me da
igual el bando, todos los bandos políticos se han convertido en expertos matemáticos
perdiendo cualquier atisbo de humanidad. Los de un lado por jugar con algo tan
sumamente importante como la identidad, vendiendo algo que durante años
evitaron siquiera nombrar, para convertirse en estandartes de revolucionarios
cuando antes les gustaba más la capital del reino que un caramelo a un niño.
Esa manera de jalear masas sin dejar nada en claro, modo berrinche de niño de
tres años que no asume las consecuencias de romper todos los juguetes, llenándose
la boca con palabras como libertad, pero sin concretar como vivirían siendo
libres de cualquier opresión.
Seguramente no les falte razón a esos ciudadanos para sentirse engañados
y ajenos a los gobernantes de un país que tumbaron un cambio y ahora los tilda
de radicales. Ahora hablare de ellos, antes quisiera acabar con esa manera de
azuzar las masas con el fin de esconder todo lo que robaron en tiempos no tan
lejanos de vino y rosas.
No vi a ninguno de ellos con la cabeza abierta defendiendo con la misma
fuerza su libertad de votar.
Esto me lleva al otro lado, se podría resumir con “la misma mierda de
siempre” pero esta mierda comienza a oler a años oscuros que quisieron que olvidásemos.
Sabíamos que nos dirigía un inútil, es así, un monigote al que le escriben lo
que tiene que decir porque cada vez que habla le hace un favor a los guionistas
de los programas de humor. Pero lo de ayer fue cruzar una línea que nos sitúa a
todos esos países bananeros que tanto le gusta a relucir cuando salen sus
miserias a relucir. Esto ya no va de ideas políticas o la legitimidad que puede
dar una votación donde la mitad de la población no la vio como tal, eso se
queda en segundo plano cuando ves la sangre en personas de cualquier género y
edad. Son esas imágenes lo que retrata en realidad lo que se vivió ayer, la
necesidad de saciar el ego de alguien que llevaba semanas diciendo por activa y
pasiva que la tenía más larga.
Honestamente me resulta asqueroso que aún tenga la bajeza moral de salir
diciendo que se ha actuado correctamente, es verdad señ…. Pres…., es verdad
Mariano, se actuó tan correctamente como cuando la televisión era en blanco y
negro, se inauguraban pantanos y asesinaban a personas tirándolas a las
cunetas. Muertos que siguen en las cunetas, que se niega a desenterrar y que
resume perfectamente lo que es para usted gobernar. Mutilar, robar y sentir la
ovación de esa parte del pueblacho que aún les gusta levantar la mano en alto
entonando el cara sol. Jalear a las masas con el miedo y sino la violencia, eso
fue lo que ocurrió ayer, un plan perfecto al que le falló un pequeño detalle.
La dignidad.
No voy a entrar en la decisión del Referendum así montado fue acertado o
no, hablo de las personas, esa lección que dieron fue sin duda la mayor
victoria y la verdadera razón que descubrió la vergüenza de un presidente frente
a todo el mundo. En realidad, todos los políticos quedarán retratados con esa
sangre, porque en un país de verdad hubiera habido una moción de censura por
parte de todo el abanico parlamentario, eso en el peor de los casos, ya que si
realmente viviéramos en un verdadera democracia, ambas partes hubiesen dimitido
después de haber visto que este camino nos llevaba a un callejón sin salida.
Sin embargo nadie dejará su sillón y todos dirán que han ganado, al menos
todos los que no están en un hospital con golpes, dedos rotos o con toda
seguridad habiendo perdido un ojo por una pelota de goma, ilegal y
anticonstitucional.
Así que hoy es día que todos deberíamos sentir asco y vergüenza sin mirar
el color de nuestros ombligos.
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