Estamos perdiendo.
La realidad diaria nos está convirtiendo en meras
marionetas de la mayor dictadura en una supuesta dictadura, la censura salvaje
e invisible, con las que unos francotiradores invisibles disfrazados de salvadores,
nos borbardean sin ninguna compasión. Se amparan en la censura mientras
recortan a la sociedad lo que antaño tanto costó lograr, demostrando sin ningún
tipo de duda, que en una sociedad “civilizada” no todos podemos vivir
excesivamente bien o a otros se le acabarían el chollo. Son los aplausos de la
masa analfabeta. Esa que jalea a un empresario con alma de esclavista de niños
del tercer mundo, con la aportación de unas migajas de su fortuna, creada con
sangre y miseria, para poder limpiar su imagen social a ojos de aquellos que no
quieren ver. Ciegos, mudos y domados. Una masa de seres que sueñan con personas
cuyo logro es dar pataditas a un balón, jaleando y obviando los problemas
reales, como un coliseo moderno en el que la plebe disfruta de sus gladiadores
de gomina y cochazos mientras el mundo se va literalmente a la mierda.
Sigamos aplaudiendo.
Continuemos mendigando y permitamos una vez más que
nos roben el derecho a poder pensar en libertad. Dejemos que se ajusticie públicamente
a cantantes, cerremos la boca al cine o a la música. Lleguemos más lejos,
seamos más selectivos y permitamos que el puño de la censura más salvaje golpee
al ciudadano de a pie, el anónimo, dejemos que vean como podamos controlar a
las personas una a una, si piensas diferente te hunden. No harán falta más que
120 caracteres para lograrlo pero que vean que unos chistes sobre un hijo de
perra desalmado y su muerte puedan robarte cualquier futuro, que vean, que sean
testigos del poder de aquellos que lo único que hicieron en ponerse la camisa
azul del revés y vestirse con trajes caros comprados con lo robado.
Están ganando.
Debemos de ser testigos de lo poco que nos importa
que esos 120 caracteres valgan mucho más que aquellos que abogan por el
asesinato o poner bombas, y no, no estoy hablando sobre ETA o las victimas del
terrorismo con las que supuestamente ha ofendido esta chica. Sus palabras
pueden resultar desafortunadas pero…¿ensalzamiento de terrorismo? Venga ya,
ella no creo que se alegrara de los muertos que sufrieron las consecuencias del
brutal terrorismo sin sentido que durante décadas lo salpicó todo, sino la de
un asesino al que volaron por los aires. Sé que hay gente que le gusta mezclar
las cosas, sobre todo para no destapar las miserias propias salpicadas con auténtica
maldad. Es hablar con un desprecio sobre los asesinados que aún continúan olvidados
en las cunetas, porque los hay por muchos que quieran olvidarlos, esos mismos
que crucifican a una joven, permitiendo que se robe a dos manos sin entrar a la
cárcel, esos mismos que nos insultan a la cara, nos escupen y nos tratan como estúpidos.
Poniéndonos a prueba de manera sistemática con el miedo a no hablar ni dar la
opinión.
Tenemos que dejar de tragar la mierda o no habrá marcha
atrás, seremos como animales obedientes y tristes, permitiendo que el mayor de
los analfabetos nos siga gobernando. Tenemos que decir basta y hacerlo a todos
los sentidos, dejar de permitir que aquellos que se llaman de izquierdas sigan
jugando al cortijo privado o permitir que los perritos falderos teñidos de
naranja se quiten de una vez la careta y dejan de llamarse auténticos españoles,
como si el resto no supiésemos lo que nos conviene.
Lo único claro es que si seguimos callados nuestros
derechos terminarán volando por los aires algo más de veinte metros, lo justo
para batir el record de salto de altura, un salto de altos vuelos mirando al
sol y no habrá viaje del regreso al futuro que nos ayude, ni spiderman, ni
ostias.
Vamos perdiendo….pero aún se puede remontar y volar
bien bien alto.