Así estoy, exiliado, sin internet y con una cama de mil demonios. Perdiendo mi vida en estaciones de tren totalmente ajenas a lo que yo deseo.
Porque es algo estúpido, tal vez incluso masoquista pensar en lo que uno desea y ver lo diferente que resulta de lo que debe haber.
Pienso que me gustaría dormir en mi cama, disfrutar leyendo y escribir siempre que me viniese en gana.
Sin embargo debo currar, echar un ojo a las personas que me lo echaron a mí de pequeño y escribir robándole horas a la horrenda cama en la que duermo.
No quiero decir con esto que me sienta obligado porque sé que es mi obligación hacerlo, aunque desee cosas opuestas a las que hago.
Creo que es el desencanto de crecer.
Tal vez eso signifique madurar, no se, sentir que algo te impide ser libre de tus actos, sentir que aunque caiga sobre ti la responsabilidad no debes esquivarla.
No se, la verdad es que hoy ando cansado......y de vuelta de mi exilio.
Renaciendo
Hace 9 años
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