El mundo se ha levantado con el pie cambiado y el
grito en el cielo al ver como la tierra prometida se ha convertido en una
tragicomedia de lo bizarro, todo nos parece aberrantemente imposible. Un misógino,
racista y bufón sociópata posando las nalgas en una de las sillas más
importante del mundo, nos hace pensar que el mundo está realmente chungo o al
menos hoy parece que la gente lo ha visto. Pero lleva mucho tiempo así. Lo de Norte
América de esta noche no es sino el reflejo de la mierda en la cual hemos
convertido el mundo y no hay que achacarlo a los americanos o a Trump, esto ya
estaba jodido mucho antes.
En contra de la mayoría de los comentarios de hoy
creo que el nuevo presidente ha sido el más listo en una clase de tontos. La
verdad es que la otra candidata no era sino reflejo de una clase política que
miraba por encima del hombro a la gente de a pie, les abrazaban un día cada cuatro
años y de nuevo subían a los torreones desde donde dirigían el mundo. En eso
Trump ha sabido sacar partido, el fango lleva siendo su lugar predilecto
durante muchos años, sabiendo como explotar las cadencias de ser humano para
llegar a esa gente invisible cuyo nivel moral es tan sumamente bajo, que están
incluso fuera de cualquier tipo de encuesta.
Son los racistas que quieren expulsar de una tierra
que ellos robaron, lo sé, algo tan absurdo como esa masa de hombres de cruz en
el pecho y anhelo de superioridad, que piensan que una mujer nunca debería
gobernar otra cosa que una cocina. ¿Absurdo? Pues esa es la realidad que está
pasando de nuevo en el mundo, la derecha seguirá votando a la derecha, fiel
como ir a esa iglesia de un ser imaginario que nadie puede poner cara pero que
todos lo utilizan para atemorizar a las masas ignorantes.
Ese es el secreto.
La ignorancia es una valiente asesora de esas
personas de miras cortas y menos necesidad de darse cuenta que por mucho que
quieran evitarlo, forman parte de un todo. Esa necesidad de rasgarse las
vestiduras por una nacionalidad, y buscar los errores de una economía salvaje y
sin ningún tipo de consideración por la humanidad en los extranjeros, no es
solo un pensamiento gilipollas sino también falso. Esas personas vienen de países
donde multinacionales contratan con salarios de esclavos a esas mismos hombres
y mujeres que los “blanquitos de bien” se encargan de querer devolver a sus países,
pero solo a ellos, la ropa, móviles, ordenadores y todo aquello que alimente al
espíritu del capitalismo, que se quede y a precios de saldo.
Es la falta de respeto por el medio ambiente, sin
importar hipotecar a generaciones venideras sin un planeta con recursos tan
limitados, que empieza a dar verdadero vértigo.
La ignorancia es el secreto.
Mantener una masa analfabeta será siempre el mejor de
los secretos, saber ocupa el mismo lugar de la crítica, y la crítica nos ayuda
a valorar lo que creer o no creer basándonos en nuestra propia experiencia. En
Norte América nos esta horrorizando, lo que pasó aquí ya lo hemos olvidado y lo
que pasa a diario a nivel personal ni siquiera lo valoramos. El gran secreto de
la Idoticrácia. Tener masas sumisas sin ningún tipo de sueño más allá de un
nuevo teléfono, o seres sin otro deseo que ser lamentables sombras de bufones
de mayor estirpe, esos lamentables seres que se levanta, aplauden ante su propia complacencia y son alabados
por el resto por convertirse en virtud la vagancia extrema.
La falta de necesidad de buscar ser un poco mejor
persona nos sume en el fracaso como sociedad, creando miedo y el miedo termina
en la estupidez donde los peores valores que nos definen, queda reflejadas en
días como los de hoy.
Así que dejemos de preocuparnos y aplaudamos porque todos tenemos un poco de culpa de lo que esta sucediendo, pongamonos en pie, esbocemos una sonrisa y pongamonos monos para el fin del mundo.
P.D. ¿A que lo de los zombies no parece ya tan jodidos?